Análisis del entorno: cómo identificar oportunidades y amenazas en la planeación estratégica
Cada vez es más importante mantenerse un paso adelante para garantizar la supervivencia y prosperidad de una organización. En este escenario, la capacidad de adaptación y evolución juega un papel crucial, y esta se deriva principalmente de una sólida planeación estratégica, donde el análisis del entorno representa una parte integral.
Las empresas pueden realizar este proceso para detectar factores internos y externos y así identificar oportunidades y retos, teniendo en cuenta elementos como economía y tecnología.
En este artículo, veremos qué es el análisis del entorno, para qué sirve y cómo puedes identificar oportunidades y amenazas dentro de la planeación estratégica a partir de este.
¿Qué es un análisis del entorno en una empresa?
El análisis del entorno, también conocido como análisis PESTEL (Político, Económico, Social, Tecnológico, Ambiental y Legal), es una herramienta que permite a las organizaciones escanear y monitorizar el entorno externo en el que operan.
No se trata solo de un proceso de recopilación de datos, sino de un estudio profundo y completo que busca identificar los distintos factores y tendencias externas que podrían tener un impacto significativo en la actividad y el rendimiento de la empresa.
Estos elementos pueden incluir desde el clima económico y las tendencias del mercado, hasta los cambios tecnológicos y las regulaciones legales que podrían afectar la manera en que un negocio realiza sus actividades.
El papel del análisis del entorno en la planeación estratégica
El análisis del entorno desempeña un papel esencial en la planeación estratégica de una empresa al proporcionar un entendimiento claro y profundo de los factores de negocios externos y cómo estos pueden afectar a la organización en el futuro.
Hay muchas formas en las que el análisis ayuda a la planeación estratégica:
1. Identificación de oportunidades y amenazas
El análisis del entorno permite a las compañías detectar más fácilmente los riesgos y las oportunidades presentes.
Esto es clave porque el mercado cambia de manera rápida y abrupta y las organizaciones deben poder adaptarse a ello.
El proceso de definir un plan estratégico permite saber el posicionamiento actual y deseado en un tiempo específico. A partir de ello, se requiere liderazgo, compromiso y colaboración durante todo este proceso para tener buenos resultados.
2. Formulación de estrategias
Una vez que se han identificado las oportunidades y amenazas, se puede utilizar esta información para formular estrategias que exploten las áreas positivas y mitiguen las negativas.
Por ejemplo, si una compañía identifica una nueva tecnología emergente como una oportunidad, puede formular una estrategia para adoptar y aprovecharla antes que sus competidores.
3. Toma de decisiones informada
El análisis del entorno proporciona a las empresas la información necesaria para tomar decisiones informadas.
Si el análisis del entorno revela que la economía está en recesión, se puede decidir retrasar la expansión hasta que haya una recuperación.
4. Preparación para el futuro
También ayuda a las organizaciones a prepararse para el futuro. Al monitorear constantemente el entorno de negocios y estar al tanto de las tendencias y cambios emergentes, los negocios pueden prepararse y adaptarse a estos cambios, en lugar de ser sorprendidos por ellos.
5. Competitividad
Finalmente, puede ayudar a los negocios a mantenerse competitivos en el mercado. Al entender el entorno y ajustar sus estrategias en consecuencia, las empresas pueden mantenerse un paso por delante de sus competidores.
¿Cómo identificar oportunidades y amenazas en la planeación estratégica?
Identificar oportunidades y amenazas es un componente fundamental de la planeación estratégica, que se lleva a cabo tomando en cuenta algunos pasos que en London Consulting Group consideramos indispensables:
1. Prediagnóstico
Se debe conocer la situación actual de la empresa; para ello, es importante sostener entrevistas con los altos mandos de la misma y profundizar en cómo están llevando la administración, con el fin de saber qué debe cambiar y por qué, según sus objetivos.
Una vez hecho esto, se puede pasar al siguiente elemento.
2. Planeación estratégica
La planeación estratégica no es un proceso estático, sino una ruta dinámica que lleva a la organización desde su situación actual hasta su visión futura deseada.
Por ello, el roadmap estratégico se divide en etapas críticas que aseguran una transición suave y efectiva:
Exploración y preparaciónEs el punto de partida y consiste en:
Primero, realizar un análisis del entorno (investigar y analizar las condiciones de mercado, competencia, tendencias y demás factores externos que podrían influir en la estrategia).
Posteriormente, entender las expectativas de los stakeholders, es decir, todas las personas involucradas en una empresa, y cómo se relacionan con los objetivos de la misma.
Finalmente, se debe definir la visión y misión para saber hacia dónde se quiere llegar y qué se quiere lograr.
Es importante saber cuáles son los puntos débiles y fuertes de cada equipo o miembro para fortalecerlo y que los resultados lleguen.
Colaboración entre equiposSe deben tener sesiones de trabajo para debatir, cuestionar y definir los elementos clave de la estrategia.
Con esto, será más fácil determinar los principales hallazgos y decidir los siguientes pasos en la estrategia con base en lo que se esté logrando o se desee alcanzar.
Implementación y seguimientoLa fase final es crítica para llevar la estrategia a la vida real. Se tiene que establecer un modelo de seguimiento para supervisar y controlar la ejecución de la estrategia con los ajustes o las decisiones tomadas.
Asimismo, se debe poner en práctica la estrategia, utilizando los recursos disponibles y asegurando que los objetivos se logren según lo planeado.
3. Modelo de aterrizaje y seguimiento
En este punto, que ya se comprendió la situación actual y lo que se debe considerar en la estrategia, se tienen que crear y desarrollar los planes de acción y operación, conectando la estrategia, para dar un seguimiento al proceso.
Para lograrlo, hay que considerar algunos puntos esenciales, como:
- Revisar la estrategia
- Entender a fondo los elementos que la conforman
- Definir el plan estratégico
- Conectar perfectamente la estrategia con lo operativo
- Definir el plan operativo
- Monitorear y ajustar
Análisis del entorno, clave para el crecimiento empresarial
Realizar un análisis del entorno es muy importante para los negocios; de lo contrario, lo más probable es que se queden rezagados y no puedan prosperar ni alcanzar objetivos ambiciosos a largo plazo.
Si quieres tener los beneficios de este proceso, pero tienes dudas, en London Consulting Group (LCG) contamos con una metodología sólida y probada para ayudarte en la planeación estratégica y el análisis del entorno.
Nuestro enfoque se basa en una comprensión profunda de tu negocio, tus metas y tu modo de operación con todos los factores (internos y externos).
Ofrecemos un prediagnóstico, donde evaluamos el estado actual del plan estratégico de tu negocio a través de entrevistas iniciales con la alta dirección. A partir de ello, elaboramos un Roadmap de Planeación Estratégica, en el que detallamos las etapas clave en las que podemos aportar valor, desde la exploración hasta la implementación.
A lo largo de este proceso, organizamos Workshops Colaborativos, que son sesiones de trabajo en las que todos los participantes pueden contribuir activamente. Esto no solo ayuda a identificar oportunidades y amenazas, sino que también fomenta la colaboración y la toma de decisiones compartida.
En London Consulting Group, no solo te ayudamos a entender tu entorno y a formular una estrategia eficaz, sino que también te proporcionamos las herramientas y el apoyo que necesitas para implementar esa estrategia y alcanzar tus objetivos de negocio. ¡Contáctanos!